Una vez elegida la bebida,
te dispones a esperar, porque sabes que lo que has pedido
se te será entregado, mientras tanto miras a tu alrededor,
visualizas una enorme mesa con distintos platos,
entradas frías y calientes,
aperitivos que van a despertar en tí todos los sentidos,
y van a ayudarte a desarrollar todos tus talentos,
hay muchas opciones,
tienes apetitivo y lo que selecciones
sabes que no lo saciará.
Recorres con la mirada todo el menú
y esta vez te dejas llevar por la corriente
y tomas como pedido lo que la mayoría lleva.
Te equivocas en tu elección, en fin no es culpa tuya,
O sí?
Cediste acaso el poder de elección para parecer igual a los demás?
Contemplaste tus propios deseos?
Te dejaste llevar? O acaso pediste un plato pensando que disfrutarías de otro sabor?
Recuerda siempre que lo que pides, recibes,
y que atraerás las cosas en que te concentres… continuará